En la universidad sufrí tratando de leer libros en el computador, no concebía la idea de tener la misma conexión con una historia escrita, a través de una pantalla que en físico.
La lectura es uno de los hábitos que enriquece de manera intelectual y emocional, es apasionante encontrar un libro que te atrape y de paso te enseñe algo nuevo. Esto funciona para cualquier género y variedad de libros.
Más allá del tipo de libros, quiero hablarles de formatos de lectura. Hoy en día debido a la cuarentena en muchos países, hemos buscado maneras de pasar el tiempo, la lectura, como es costumbre, representa una excelente forma de ocupar nuestras horas, de aprender, encarnar personajes, viajar y conocer culturas sin dejar nuestro hogar.
¡Para mí era libro físico o nada!
Hace unos años, me consideraba una persona 100% tradicional en relación al formato de lectura. Prefería leer en físico, con un libro clásico o recién lanzado en la última edición de la FILBO (Feria Internacional del Libro de Bogotá). Tanto así, que una parte de mis ahorros estaban destinados a actualizar y re abastecer mi biblioteca.
Uno de mis grandes pecados, es que muchos de estos libros nunca llegaron a ser leídos, o bueno no aún. Mi biblioteca quedo pequeña, así que tuve que ir adaptando otros espacios para acomodar mis pequeños tesoros. Poco a poco iban siendo leídos y reubicados en mis estanterías y otros lugares poco comunes.
¿Un viaje de 15+ horas con una biblioteca?
Llegó el momento de mudarse a otro país, a otro continente…y con ello la incómoda toma de decisión de qué libros llevar conmigo y cuales dejar. Después de empacar, desempacar y muchas despedidas, llegué a Australia con 6 libros en físico y una amplia cantidad de lecturas en formato PDF.
Ir a la biblioteca local, se convirtió en una de mis actividades favoritas, no solo por el amplio catálogo que ofrece, si no también por la oportunidad de leer en inglés. Gracias a esta posibilidad pude encontrar nuevos autores y ponerme al día con lecturas pendientes.
Un día tuve que hacer la transición…
Sin embargo, aún extrañaba libros que no pude traer conmigo, historias que ansiaba leer y recursos de consulta.
Aquellos libros que traje en PDF, por lo general, quedaban archivados en mi computador. Las pocas veces que intenté leerlos, la facilidad de distracción no me permitió continuarlos. Fue en ese momento en que supe qué debía solucionar esto.
Los e-readers son una tendencia que lleva un tiempo en el mercado, como decía al inicio, me consideraba fiel al libro en físico y no me creía capaz de hacer la transición.
Inicié con algunos libros en mi iPad, la experiencia me gustó, pero sabía que podía conseguir un mejor dispositivo para este propósito.
Así que me compré un Kindle, para de una vez por todas darle la oportunidad con uno de los dispositivos más populares y con mejores reseñas. Con Kindle por fin me leí un clásico de la literatura colombiana y universal: 100 años de soledad, de Gabriel García Márquez. (Si, hasta ahora lo leí).
Para los que aún no saben que es un Kindle aquí les dejo la página oficial.
Mi experiencia:
Después de 6 meses leyendo en Kindle, iPad y libro en físico quiero compartirles mis apreciaciones:
Decidí quedarme con el Kindle pero…
Aún amo los libros en físico, siguen siendo parte importante de quienes somos y de donde venimos, además nos permiten adentrarnos a nuevos universos alejados de las ya muy frecuentes pantallas. Además hay libros únicos que no pueden ser encontrados en otros formatos.
No obstante, con la generación de nómadas digitales y las oportunidades de trabajar desde otras zonas en donde implique una mudanza, es necesario adaptarnos y descubrir que más allá del formato, las historias que atrapan seguirán estando allí para nosotros.
Gracias a la tecnología hoy podemos acceder a muchos recursos, tanto en físico como en línea. En ciudades como Sídney, tenemos la ventaja de poder acceder al amplio catálogo de las bibliotecas locales. Allí podemos encontrar material online y en físico, que con las medidas actuales se pueden recoger en los sitios autorizados para su desinfección.
Todos estos avances demuestran que las excusas para leer son cada vez menores. Hoy puedo decir que me encanta leer en el Kindle y que puedo cargar mi biblioteca en un solo dispositivo, seguiré comprando libros en físico, pero con mayor cuidado de realmente leerlos y darles un segundo uso.
¿Ustedes prefieren leer un libro en digital o en físico?
Considero que una ventaja en Kindle o Tablet es que tienes acceso a un universo de libros de manera instantánea.
Yo amo los libros físicos, pero si no consigo pronto lo que quiero leer, estoy a un click de obtenerlo.
Buen artículo
Gracias Lau
Moni tienes toda la razón la ventaja de tener a un click un libro es muy conveniente también.
¡Muchas gracias por pasar por acá!
🙂
[…] todos conocemos las ventajas de los libros digitales, si no aquí les dejo un post qué hice comparando las diferentes maneras de leer. Pero, parte de esta tendencia […]
[…] manera eficiente. Yo, por lo general me distraigo muy fácil para elegir este formato. Dicho esto, aquí les cuento mi experiencia leyendo con iPad, Kindle y en […]
[…] El formato del libro ya no es excusa. Si quieren saber cual es mi formato preferido, hice un post que encuentran aquí. […]