Durante el año que acabó de finalizar, empezamos a notar la necesidad de reconectarnos con la familia, amigos y el hogar que habitamos.
Al buscar una expresión en español para poder evocar la sensación de comodidad, confort, felicidad, tenemos varias maneras de describirlo, pero no una palabra que abarque todo. Son pocos idiomas tienen una palabra o un concepto que nos permita expresar los sentimientos positivos que produce estar en casa con las personas que amas. En estos tiempos de pandemia y lockdowns, Hygge aparece para ayudarnos a encontrar esa felicidad y confort en el lugar en que habitamos.
¿Y qué significa Hygge?
No tiene una traducción ni al inglés ni al español, es una palabra danesa que abarca la sensación de comodidad, tranquilidad, confort. En su libro: The Little book of Hygge de Meik Wiking, CEO del Happiness Research Institute, representando a Dinamarca en el World Database of Happiness. Nos cuenta como la popularización de este termino se ha dado en los últimos años debido a las altas calificaciones de niveles de felicidad en la población danesa.
¿Instituto de investigación de la felicidad?
A lo largo de los años en Colombia, se ha manejado la idea que somos el país más feliz del mundo. Sin embargo, una de las entidades que mide el porcentaje felicidad en la población mundial es la ONU.
A partir de 2012 se celebra el día internacional de la felicidad cada 20 de marzo, esto con el fin de reconocer la importancia de la felicidad y el bienestar en las políticas de un gobierno, esto se aplica a ser un territorio más inclusivo, equitativo, con un buen crecimiento económico, igualdad, entre otros aspectos. Según este indicador, los países del norte de Europa lideran el listado. En especial Dinamarca que siempre está en el top 3.
El World Happiness Report, es otro informe hecho por entidades privadas en éste, los países nórdicos también son líderes.
Con el fin de compartir el secreto de su felicidad, nació este libro, una de mis lecturas recomendadas de 2020.
¿Cómo funciona el Hygge y como incorporarlo?
Hygge es encontrar la felicidad en esos pequeños detalles que hacen que nuestra vida sea placentera. El hecho de terminar una larga jornada laboral, poder apagar el computador y sentarse a leer un libro, preparar una cena o reunirse con amigos, eso es hygge.
El texto se divide en varias secciones, en donde el autor nos invita a conocer un poco sobre las costumbres y el ambiente danés.
Al ser un país nórdico, los inviernos suelen ser largos, fríos y oscuros. Así que estar en casa protegidos de una nevada, disfrutar de una bebida caliente y poderse abrigar con una cobija cómoda, hacen que nuestra vida sea más satisfactoria.
La experiencia Hygge
Para tener una experiencia Hygge debemos tener en cuenta unos elementos claves y fáciles de incorporar a nuestra rutina. No debemos invertir grandes sumas de dinero, simplemente adecuar las cosas que tenemos en casa.
¡Se me prendió el bombillo!
La luz es uno de los elementos fundamentales, al estar tanto tiempo en tinieblas, los daneses buscan tener luz en sus hogares. Por lo general una luz cálida, que nos de la sensación de hogar.
Las lámparas con diseño también ayudan a decorar y dar un toque sofisticado, mas no es estricto tener algo a la moda para vivir una experiencia Hygge. También tiene un amplio sentimiento de nostalgia relacionado con las lámparas de petróleo, utilizadas siglos atrás para iluminar las solas y frías noches de Copenhague.
Las velas también son parte de la decoración y de esta experiencia. Según el libro, al preguntarle a los daneses, qué es lo que ellos más relacionan al hygge, el 85% respondió que las velas. Si bien no son la respuesta más eco-sostenible del planeta, ayudan a decorar y aromatizar nuestros rincones.
Los daneses no olvidan la luz natural, por ello añoran y aprovechan la luz del sol para poder realizar sus actividades al aire libre.
¡El Manifiesto Hygge!
A medida que avanzamos en la lectura encontramos esta sección la cuál nos explica los elementos que debemos tener en cuenta para vivir esta experiencia y por qué es para todos y está al alcance de nuestras manos.
Debemos encontrar esos rincones donde nos sentimos cómodos para leer un libro, escuchar música, escribir un rato o simplemente contemplar la vida. Si incorporamos una vela, un cojín cómodo y una bebida caliente, les aseguro que la sensación de tranquilidad, paz y felicidad inundan el lugar de manera inmediata.
El Hygge no es una actividad individual, es algo que permite conectarnos con nuestros seres queridos. Sentarnos a tener una noche de juegos de mesa, preparar una receta elaborada, en estos días a través de zoom, ver películas con nuestros amigos gracias a las diferentes aplicaciones que nos permiten verla de manera sincrónica estando en latitudes diferentes. Este tipo de tertulias elevan nuestros niveles de oxitocina, la hormona que nos hace sentir amor y felicidad.
También es una estética
Los países escandinavos se caracterizan por tener conceptos modernos con respecto a la estética y al diseño de interiores.
En los últimos años el minimalismo y la escuela escandinava de diseño han marcado la parada en la decoración de los hogares del norte de Europa, y poco a poco a llegado a otros países. Un claro ejemplo es cómo IKEA, la empresa sueca de mobiliario para el hogar, ha logrado penetrar el mercado en varios continentes con diseños pulidos, prácticos y asequibles.
Dinamarca no se queda atrás, y para sus lámparas, sillas y objetos de uso cotidiano tienen una paleta de colores, selección de materiales y diseños adecuados a su población. La marca BoConcept es originaria de este país, sus muebles llegan a casas de 60 países del mundo.
El hecho de que esto haga parte del Hygge, no quiere decir que debamos comprar muebles en tiendas al otro lado del Atlántico o gastar los ahorros en tiendas conceptuales, más bien nos anima a que decoremos nuestros hogares con objetos funcionales que den una apariencia agradable, para sentirnos a gusto en casa.
La ropa suele ser acorde a su clima, sacos, bufandas, gorros y guantes para aquellos días del cruel invierno, y cómodos, frescos y alegres colores para los días de verano.
¡Lo vintage está de moda!
Otra de las formas de practicar Hygge, es tener alguna pieza antigua que requiera reparación o que le podamos dar un nuevo uso en vez de tirarla. Entre mejor aprovechemos las cosas que tenemos ¡mejor! Además, las cosas que preservemos tendrán una historia increíble detrás, además de esfuerzo y dedicación.
Ya todos conocemos las ventajas de los libros digitales, si no aquí les dejo un post qué hice comparando las diferentes maneras de leer. Pero, parte de esta tendencia vintage, es poder tener los libros en físico, si ya han sido leídos mejor, ya que demuestran haber sido disfrutados y que aún tienen pasajes que nos pueden inspirar en esos días en que todo parece más complicado.
¡El Hygge no es exclusivo de interiores!
El contacto con la naturaleza es fundamental para sentirnos conectados con el planeta. Salir a recorrer parques naturales, sentarse a leer un libro en un parque, respirar aire puro, hacer un picnic con amigos o jugar deportes, son una excelente manera de practicar Hygge fuera de casa.
Navidad es la festividad más importante
Si hay algo que reúna todo lo que les he comentado que significa el Hygge, es navidad. Esta fecha permite tener la oportunidad de compartir con las personas que más queremos, preparar comida, estar en casa y hacer actividades en grupo.
Si bien durante la navidad de 2020 no pudimos reunirnos de la manera en que queríamos, está no es la única fecha del año en donde podemos hacer las mismas actividades, tenemos 365 días para celebrar la alegría de estar juntos, así sea de manera virtual.
¡2021 puede ser el año del Hygge!
Si algo nos enseñó el año que acaba de terminar, es que debemos encontrar la felicidad en los pequeños detalles. Nuestra salud física y emocional dependen de esos momentos de desconexión de los problemas y conexión con nuestro espíritu. Para mi, eso es Hygge, encontrar esas actividades en donde nos sentimos cómodos en nuestra propia piel, dejamos correr nuestra imaginación para crear algo nuevo que va a ser útil en nuestra vida.
Este libro me hizo apreciar más estos momentos, y tratar de con las medidas y protocolos de bioseguridad (la palabra de moda) poder incorporar el Hygge a mi vida. El efecto que tiene en el ánimo el poder preparar una comida desde 0, construir un mueble, reparar una silla o hacer una manualidad, hablar con tus seres queridos, más en estos días de encierro, es gratificante.
Los invito a leer y ser conscientes del Hygge que ya hace parte de nuestras rutinas. A veces damos las cosas por sentado y no apreciamos esos pequeños momentos de felicidad que hacen que todos los sacrificios, valgan la pena.
¿Cuál de estas actividades incluirías en tu día a día? ¡Cuéntame en los comentarios!
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