La maravilla de los NO negociables.

No ha pasado más de 24 horas desde que renuncié al trabajo que conseguí hace tres días. Pensarán que estoy loca, ¿cómo voy a salir de un trabajo qué recién empecé y en tiempos de pandemia? Les contesto: Sí, estoy loca, loca por encontrar mi voz y darme cuenta de la importancia de decir NO y tener los NO negociables.

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En teoría es muy sencillo decir lo qué no nos gusta y lo que estamos dispuestos a hacer. Creemos conocer de manera perfecta como vamos a reaccionar en cierto escenario y cuales son las cosas que somos capaces de negociar y las que en definitiva no.

Una vez llegamos a esas situaciones en las cuales nos sentimos incómodos y sentimos que nuestros principios y valores son vulnerados, tenemos la oportunidad de decir NO más y salir del problema. Sin embargo, hacer esto realidad es más difícil de lo que suena.

A estos los podemos denominar como NO negociables, y suelen ser esas pequeñas cosas que no estamos dispuestos a discutir, tenemos una posición clara y una determinación a cumplir esa promesa, cualquiera que nos hayamos hecho.

Hubo una persona que me hizo cambiar de perspectiva

Hace un par de meses, en otra empresa en donde trabajaba a la cual le tengo mucho cariño, mis compañeros y yo tuvimos una charla con una maravillosa Coach: @Mujer.In @CoachStephania. Allí aprendí sobre los NO negociables, que por una u otra razón son necesarios y deben ser dichos en los momentos precisos.

Los NO también pueden ser positivos

Nos han inculcado que el NO siempre connota negatividad, siempre esta cargado de un significado que nos hace sentir culpables. Pero en muchos casos son unos NO liberadores, el hecho de salir de una relación abusiva o tóxica, terminar una “amistad” o renunciar a un trabajo que NO cumple con las expectativas que pensamos o trasgrede nuestro sistema de creencias o incluso va en contra de la ley. Son un claro ejemplo de cuando decir NO es algo positivo.

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¡Tomé mis cosas y me fui!

Hoy sentí esa satisfacción de renunciar a un trabajo en donde me iban a pagar menos del mínimo legal, entre otros arreglos con los que no me sentía cómoda. ¡Lo más sorprendente es que dure 24 horas con el puesto! ¡No iba a permitir que pasaran más tiempo aprovechándose de mi tiempo!

Es una realidad que muchas personas aceptan trabajar bajo las condiciones que me propusieron, pero en mi caso trabajar ganando menos del valor mínimo legal (y que te hagan firmar que vas a ganar el mínimo legal a sabiendas que es una mentira) entre otras practicas laborales, van en contra del sistema de valores que busco en una empresa a la hora de trabajar.

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Saber decir que NO, es un proceso de ensayo y error:

Es importante conocernos lo suficiente para afrontar las decisiones que tomamos. No hay un truco mágico para saber cuando debemos decir un NO. Pensamos que las personas no van a querer tratar con nosotros o que estamos renunciando a una oportunidad única en la vida, o a que tal vez nos digan que somos quisquillosos.

Es en los momentos en donde sientas que están vulnerando tu sistema de valores y principios, en donde debes evaluar hasta que punto estás dispuesto a seguir pasando por la misma situación o detenerla. Esto es un constante aprendizaje, lo importante es que pierdas el miedo a decir que NO, por el simple hecho de pensar en el qué dirán los demás, o como si te estuviesen haciendo un favor.

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Si hace un par de años me hubiesen hecho una propuesta similar, estoy segura que habría aceptado sin poner ningún pero. Sin embargo, hoy a mis 30 años, ya he vivido y experimentado algunas cosas, y no estoy dispuesta a cierto tipo de arreglos. Menos en el tema laboral y menos cuando hay ilegalidad en los términos del contrato.

Como les dije antes, es verdad que al NO tendemos a considerarlo como algo negativo. Aunque, sí aprendemos a aplicarlo de forma sabía nos podremos ahorrar miles de dolores de cabeza y buscar algo que se ajuste a los estándares que buscamos.

¡Hay que animarse a decir NO más seguido!

Este post quedará un poco corto, ya que las herramientas para aprender a tomar una decisión así, está dentro de todos nosotros. Debemos tener la valentía y el coraje para decidirnos a decir NO y vivir con la responsabilidad que ello implica. Los NO negociables son liberadores y nos permiten afianzar quienes somos y qué estamos dispuestos a tolerar en nuestras vidas.

Hoy tuve la satisfacción de decirle NO a algo que no me generaba satisfacción, esto solo quiere decir qué a partir de ahora, le abro la puerta a los SI que vengan con las condiciones legales y prácticas éticas con las que me sienta afiliada.

Y por favor sigan a Stephania, ella es un amor y tiene mucho contenido de valor.

¿Ustedes le han dicho NO a algo recientemente? ¿Hubiesen hecho lo mismo que yo hice? ¿Cuáles son sus NO negociables? ¡Los leo!

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