En los últimos días muchas personas me han pedido consejos para amar la lectura, hoy quise hacerlo en forma de post.
La lectura es una de mis actividades favoritas, el poder conocer historias y perspectivas diferentes. También nos permite viajar y conocer las diversas culturas que habitan nuestro planeta, nos adentra a universos que aún no existen o que nunca existirán y nos permite resolver (o tratar de resolver) las dudas que nos han inquietado por mucho tiempo.
No siempre es fácil mantener el hábito de la lectura, menos con las opciones de contenido que hay en estos momentos. Tampoco era sencillo desarrollar este hábito cuando el internet no era tan accesible.
Les voy a confesar que hubo una época en donde a mi no me gustaba leer, lo sentía como una obligación académica, que muchas veces eludía y prefería verme la película adptada del libro o buscar algún tipo de resumen, o dejar que alguien más leyera el libro y me contará los highlights.
Fue tiempo después que me fui enamorando de la lectura, hoy les quiero compartir como cultivar esa pasión y si quieren saber cómo leer más, acá les dejo mis trucos:
1. No hay leer por obligación:
Durante mis épocas escolares, los únicos libros que amaba leer eran los que tenían que ver con ciencia y con cuentos de hadas. Mi mamá me compraba libros de astronomía y ciencias terrestres.
Me pasaba horas viendo las fotografías y aprendiendo lo más posible de ellos. También recuerdo leer libros de historia y geografía, aprenderme las capitales de los países, las monedas que utilizaban y poderlos ubicar en un mapa.
También leía los libros que me dejaban de tarea. Sin embargo, no encontraba esa misma pasión, no quería leerlos, los hacía por la simple obligación.
Nunca olvidaré cuando leí mi primer libro de ficción, que fue el que cambió mi percepción hacia la literatura: Ensayo sobre la ceguera.
Estaba en 8vo grado cuando la profesora de español nos puso a leer el reconocido libro de José Saramago. Al inicio, fue una obligación, pero no pasaron más de 10 páginas para adentrarme en la historia. En poco tiempo lo único que quería hacer era leer ese libro. Mientras estaba en clase, añoraba el momento de llegar a casa para poder leer mi libro.
Y ahí fue… ya nadie me pudo separar de los libros.
2. Encontrar el tipo de libro que más te gusta:
Acá no les voy a dar consejos de cuál es el mejor tipo de libro. Siento que es algo bastante subjetivo y un poco arbitario decir que tipo de literatura es mejor que otra.
Así como con la música, hay una gran variedad de estilos, es una cuestión de prueba y error para encontrar lo que más se adecue a tus gustos. Y como todos los gustos, estos cambian de tiempo en tiempo. Así que, los libros que amabas en tu adolescencia pueden ser de temáticas muy diferentes a los libros que leías en tu niñez e incluso a aquellos que lees siendo un adulto.
Por ejemplo, yo fui fan de la saga Crepúsculo en mi adolescencia. (Era team Jacob, y lo voy a dejar hasta ahí). Ahora mi autor favorito es Haruki Murakami, el cuál es una fuente de inspiración para mi escritura.
3. Encontrar el espacio adecuado:
Más allá de tener el mejor sillón, un paisaje ideal o un café lleno de gente joven. Necesitas sacar el tiempo para leer. Así como vas al gimnasio, ves videos en youtube o estas en redes sociales.
Durante el 2019 “no tuve mucho tiempo” para leer, organicé mi horario en torno a acostumbrarme a mi trabajo y a vivir fuera de mi país. Sin embargo, para el 2020 decidí que eso debía cambiar y necesitaba incorporar la lectura de nuevo a mi rutina. Fue así como empecé a organizarme mejor, en vez de estar pegada a Instagram o Facebook, dediqué ese tiempo a leer, desde artículos hasta libros enteros, me puse retos de leer más libros en inglés y lo he logrado.
He leído en el banco, en la sala, en la cocina, en el bus, en un café y al frente del mar. El lugar al final no importa, el tiempo sí.
4. Dejar las excusas sobre el formato:
“Yo solo leo libros en físico”, era mi mantra antes de venirme a vivir al otro lado del mundo.
Teniendo 23 kilos de equipaje para empacar 28 años de vida, no puedes traerte todos los libros que tienes o que quieres leer. Por tal motivo era hora de buscar formatos más “ligeros”.
Gracias a la tecnología de hoy puedo leer en el computador, en Kindle o en Tablet. Y si quiero pedir un libro en físico es ir a la biblioteca local y pedirlo prestado, eso sí con todas las normas de bioseguridad que se ameritan en la nueva normalidad.
El formato del libro ya no es excusa. Si quieren saber cual es mi formato preferido, hice un post que encuentran aquí.
5. No hay una “lista de libros que debas leer”:
Hace un tiempo vi una infografía que daba una lista de los libros que debes leer en la vida. Siendo el más reciente algún libro de mediados del siglo XX. Con mis ganas de entender referentes y poder mantener una conversación más “adulta” me aventuré con un par de estos libros.
No diré cuales fueron, pero los detesté. No me fluía la lectura, sentía que estaba en otras épocas leyendo bajo la luz de una vela y que el mundo se había quedado estancado ahí. Creía que el problema era yo, no sabía apreciar un buen libro que aparecía en listas de los medios más reconocidos y era referencia para escritores y artistas del mundo. ¡Pero no estaba sola!
Hace unos meses vi un documental que amé y si han leído mis otros posts, sabrán que estoy obsesionada con él. Allí hablan sobre librerías y las razones por las cuales deberíamos leer más. Una de las personas entrevistadas fue la Dra. Ruth J. Simmons, y parafraseando lo que ella dice (porque la idea es que se vean el documental): “Más allá de una prescripción de libros que debas leer, es la lectura amplia la que importa”. Y eso nos lleva al siguiente punto:
6. Si no te gusta un libro déjalo:
Cuando curse mi Maestría, un compañero que es un escritor con trayectoria mencionó un libro que estábamos leyendo en clase. En aquellas épocas yo tenía 22 años y él pasaba los 40.
Le mencioné que aquel libro me estaba dando pesadillas, no podía disfrutarlo. Él me dijo: «Yo intenté leer este libro a tu edad, y me pareció terrible, no pude. Hoy, con la experiencia que he tenido y las cosas que he visto, vuelvo a leerlo y por fin le hallo sentido.»
Regresamos al punto 1. No te sientas obligado a terminar un libro que no te gusta, y esto aplica para todo en la vida. Créanme.
7. No compres más libros:
Esta es difícil de seguir ya que siempre queremos estar al día o creemos que para entender una historia, necesitamos tener un contexto con un libro anterior. A menos que sea una saga como El Señor de los Anillos o Harry Potter que son todo universo y que los libros tienen una secuencia, no creo que sea sano llenarnos de libros. Solo significarán más libros sin leer, y más presión por no leer de manera juiciosa y dedicada.
Una vez termines el libro que tengas y quieras ahondar en el tema, considera leer más del mismo autor o busca las referencias o recomendaciones para seguir ese camino.
8. Ten un diccionario cerca:
Una de las principales razones por las que leemos es para ampliar y enriquecer nuestro vocabulario, sea en el idioma que sea. Así que es normal que encontremos palabras que no entendamos, por lo tanto tener un diccionario (ojalá en físico para los que como yo se distraen con facilidad) siempre será una herramienta que haga más fácil la hora de comprender lo que estas leyendo.
Suele ser un poco cansón tener que parar, buscar la palabra y luego continuar, pero vale la pena. ¡Créanme!
9. Únete a un club de lectura:
Tanto online, como presencial, hay muchas personas que se reúnen a compartir sus visiones de una lectura. Muchas veces programarse para leer un libro en determinado tiempo, nos puede ayudar a seguir el hábito, además nos permite conocer nuevas personas, compartir opiniones y hacer amigos.
Reese Witherspoon, la famosa actriz de Legalmente Rubia, tiene un club de lectura en Instagram en donde discute y recomienda libros. Lo más divertido, es que ella también tiene una productora de televisión, así que algunos se han adaptado y convertido en series como Big Little Lies y Little fires everywhere.
Amazon también tiene una comunidad en donde puedes compartir tus referencias de libros, buscar sugerencias y registrar el progreso de tus lecturas.
También podemos formar un club de lectura online, sí así lo desean dejenmelo saber en los comentarios.
10. Ten una libreta cerca:
Soy de las pocas y raras personas que no les gusta subrayar un libro, así sea propio, siento que “profano” al libro al intervenirlo.
Por tal motivo, me gusta tener una libreta en donde puedo tomar apuntes de las citas que más me gustaron, o de alguna referencia para revisar más tarde.
Aunque, si eres de los que prefiere subrayar los libros, ¡adelante!, puede ahorrarte más tiempo que transcribir una cita.
¡Lo importante es disfrutar leyendo!
Leer es una de las mejores maneras de viajar en tiempo y espacio, conocer nuevas culturas y emprender aventuras. Son muchos los beneficios asociados a la lectura, que dan tela para otro post.
La tecnología lejos de alejarnos de este hábito, nos ha permitido abordarlo de otras maneras. Gracias a plataformas digitales podemos tener más oportunidades de leer en diferentes formatos que se adecuan a las necesidades de cada lector.
Hay personas que prefieren leer dos libros al tiempo, otros quienes solo pueden hacerlo mientras están en un transporte, algunos prefieren los audiolibros para cuando están manejando o realizando otro tipo de actividad, las aplicaciones con libros e historias gratis, ayudan a pasar esos tiempos muertos mientras esperamos una cita médica o estamos en el baño. ¡Ya no hay excusas para no leer!
¿A ustedes cuál es el tipo de literatura que más disfrutan? ¿Cuál es el mejor libro que han leído? ¿Algún consejo adicional que agregar en la lista?
¡Si les gustó, no olviden compartir y comentar!
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